Nepal, un país en desarrollo, un país duro. Es como si el tiempo se hubiera detenido hace más de doscientos años. Sus ciudadanos visten como lo hacían sus antepasados, siguen bebiendo té nepalí y dhal con dos chapatis. Tal extasis de aventura debia ser acompañada por un buen compañero de viajes, Daviciyo. Sigue leyendo